ORIGEN Y TRATAMIENTO DE LOS DATOS

Cuando comenzamos a elaborar este atlas florístico, se nos planteó la duda de qué plantas debíamos considerar como presentes en el territorio de estudio, dado que el origen de las citas era muy diverso en cuanto a su fecha y, a veces, grado de certidumbre. En general, los catálogos florísticos incluyen todas las plantas citadas en un territorio y hacen mención, más o menos explícita, al origen de la cita. Este método plantea siempre la duda de qué plantas existen en un territorio en un determinado momento, asunto que no es baladí si consideramos la dinámica de la flora, máxime en épocas como la actual donde los cambios de uso del territorio, la constante construcción de infraestructuras y, quizás, el propio cambio climático, están propiciando notables alteraciones en el entorno natural a cuyo conocimiento y evaluación deben, precisamente, contribuir estos trabajos florísticos.

En razón de las consideraciones anteriores, hemos optado por “filtrar” los datos de partida a la hora de anotar las plantas del Catálogo de Aragón. El equipo redactor consideró útil admitir como plantas presentes en Aragón solamente aquellas avaladas por citas de herbario o testimonios autorizados y señalar las dudas para las demás admitiendo distintas categorías. La asunción anterior nos obligará probablemente a tener que añadir al Catálogo plantas que hoy por hoy hemos desechado, pero pensamos que de esta manera conseguiremos ir delimitando con claridad la flora “real” del territorio que hoy conocemos y, a la vez, constatando el enrarecimiento de parte de nuestra flora y la aparición y expansión de plantas “alóctonas”.

Hecha la mención anterior, han sido objeto de estudio todas las plantas vasculares (Antófitos, o plantas con flor, y Pteridófitos, o helechos) que se consideran autóctonas de Aragón. Además, figuran las plantas introducidas que están ya claramente naturalizadas, asilvestradas o bien ocupan grandes superficies de cultivo como es el caso de las especies arbóreas o arbustivas utilizadas en repoblaciones forestales extensas. En ocasiones, resulta difícil delimitar el carácter de asilvestrada o naturalizada por lo que, quizás, se pueda echar en falta alguna planta o, por el contrario, se considere prescindible alguna otra, cuyo carácter silvestre puede ponerse en duda, pero que sin embargo son bien conocidas por su uso ornamental u otros. En general, no se ha elaborado ficha para las especies cultivadas que nunca, o muy rara vez, aparecen fuera de los lugares de cultivo.

Respecto a las plantas citadas pero cuya presencia actual o en épocas recientes (último siglo) nos parece dudosa, se han listado aparte (Lista de plantas citadas en Aragón pero de presencia dudosa) y, conforme se vayan haciendo las comprobaciones oportunas, se irán incorporando al Atlas con un código de colores que permitan distinguirlas de aquéllas cuya presencia reciente en el territorio no nos plantea dudas.

Origen de los datos:

Los mapas de distribución de plantas en Aragón que acompañan a cada ficha se han extraído de la base de datos del Herbario JACA, y contiene la siguiente información sobre citas florísticas:

  • Registros basados en pliegos del Herbario JACA. Van precedidos de la sigla JACA y los puntos correspondientes figuran en el mapa con color azul.
  • Registros basados en pliegos recolectados en Aragón y depositados en otros herbarios. Entre estos herbarios hay que citar el de Valencia (VAB), el del Jardín Botánico de Madrid (MA) y el de Juan Alejandre (JAA). Está previsto introducir en la base de datos todos aquellos que se consideren de interés para la Flora de Aragón, conforme se vaya teniendo acceso a los mismos. Estos registros van precedidos de las siglas HERB y los puntos figuran en el mapa con color marrón.
  • Registros basados en citas bibliográficas. Por el momento sólo se han informatizado algunas de las obras que se han considerado de mayor interés para la elaboración de los mapas de distribución (resaltadas en azul en la lista de bibliografía). Como en el caso de los herbarios, se pretende seguir con la introducción de datos publicados. Estos registros van precedidos de la sigla BIBL y los puntos correspondientes figuran en el mapa con color ocre.
  • Registros basados en observaciones de campo anotadas a partir del año 2001. Van precedidos de las siglas VISU y figuran en el mapa con color rojo.
  • Por último, cuando en una cuadrícula existen varios registros de las categorías mencionadas, el punto del mapa aparece en color verde y cuando el dato está por confirmar, generalmente por dudas en su determinación botánica, aparece en color amarillo.

Cada uno de estos registros aparece señalado en la base de datos (por el momento no accesible en esta página web) por su identificador y los puntos correspondientes en el mapa por el código de colores mencionado que permite distinguir su origen. Igualmente, cada registro muestra el nombre del recolector del pliego (Leg.), del autor de la publicación (Scripsit) o de la anotación de campo (Vidit).

Está previsto que, en un plazo breve de tiempo, el actual mapa estático que acompaña a la ficha de cada taxon, sea sustituido por un mapa conectado a la base de datos del Herbario JACA, que permitirá su actualización periódica y la consulta de los registros florísticos que avalan las distintas localidades. Mientras tanto, cualquier consulta sobre la distribución puede realizarse directamente al mencionado herbario (www.ipe.csic.es) o mediante carta al webmaster.

Como resulta evidente, el “peso” de cada registro es diferente a la hora de validar una cita: los pliegos de herbario pueden consultarse y, en su caso, comprobarse la determinación; las observaciones de campo o los registros bibliográficos no resultan verificables si no tienen ningún material que los respalde o son poco explícitas al describir la localidad, como a menudo sucede. En el caso de algunas plantas extremadamente raras, se procede de manera cada vez más habitual a obtener fotografías de la planta viva que sustituyan al material recolectado. Esto sucede principalmente con muchos registros de orquídeas.

Muestras de herbario:

La mayor parte de los pliegos de herbario en los que se basan los mapas de distribución y la información, corresponden a los depositados en el Herbario JACA. Los más de 300.000 pliegos en los que está basado este Atlas, han sido recolectados y estudiados por numerosas personas a lo largo de más de 50 años. Como sucede en los grandes herbarios, existen decenas de recolectores que han aportado sus plantas al Herbario JACA, ya sea por su colaboración directa en el trabajo (tesis doctorales, trabajos fin de carrera, etc.) o a través de donaciones, intercambios, etc. El recolector de cada ejemplar figura de forma detallada en la cita correspondiente a cada número de herbario en el apartado “recolector” o “Leg.”. No obstante, cabe reseñar, por el volumen de sus recolecciones (alrededor de tres cuartas partes del total), a Pedro Montserrat.

Revisión y determinación de material de herbario:

Como ya se ha señalado, las indicaciones sobre distribución, abundancia y otros apartados tratados en el Atlas proceden de los herbarios y la bibliografía.

En las citas del Herbario JACA, muchas de las determinaciones que las avalan han sido efectuadas, como ya se ha dicho, por P. Montserrat de forma más o menos provisional y como paso previo a su inclusión en el herbario. Posteriormente, una gran parte de esas determinaciones han sido revisadas por el propio P. Montserrat o por otros autores con motivo de la realización de tesis doctorales o catálogos florísticos. Además, distintos materiales han sido estudiados para la redacción de Flora iberica por los autores de cada género. En el curso de la realización del presente Atlas, se ha podido revisar solamente una pequeña parte del material de herbario disponible, principalmente los materiales correspondientes a plantas muy raras o a citas singulares. Quedan por estudiar algunas plantas que refrendan la presencia en Aragón de taxones raros y que a veces están depositadas en otros herbarios y decenas de miles de pliegos de las plantas más o menos frecuentes en nuestra región.

En el caso de algunas especies pertenecientes a géneros de especial complejidad, por ejemplo Alchemilla o Rubus, nos hemos limitado a reflejar lo constatado en Flora iberica con el fin de no perder la información de distintos taxones, más o menos reconocibles, descritos precisamente en nuestro territorio.

Cuando se trata de citas bibliográficas, se han actualizado los nombres según los criterios nomenclaturales utilizados en el Atlas, pero cuando da lugar a equívocos, se han manteniendo los binómenes originales en el apartado “ut” que figura en cada registro de la base de datos. Las citas bibliográficas aparecen representadas en los mapas en casi todas las ocasiones, incluso cuando hemos tenido bastantes dudas sobre su certidumbre. Hemos juzgado de utilidad mantener estas referencias bibliográficas, aparte de por su posible interés histórico, porque permiten seguir el rastro de no pocos errores; sea como fuere, las citas bibliográficas que resultan dudosas se comentan en el apartado de “citas reseñables”. Solamente en aquellos casos en los que hemos juzgado que alguna cita era inverosímil, hemos optado por “desactivar” en el mapa el punto correspondiente, si bien esas citas se comentan también en “citas reseñables”. Es por ello, que la distribución de la planta observada en el mapa correspondiente, debe complementarse con los comentarios del apartado “citas reseñables.

Otras fuentes de información:

Aparte de los pliegos de herbario, figuran en la base de datos registros bibliográficos y anotaciones de campo que han servido para definir algunos de los apartados de las fichas (hábitat, preferencia edáfica, altitudes, fenología, distribución en Aragón, etc.). Además de esta información, se han consultado distintas floras y catálogos florísticos, tanto para completar los apartados señalados como para consultar los criterios taxonómicos, variabilidad morfológica, etc. La bibliografía utilizada figura en un listado de esta misma página web (Bibliografía botánica de Aragón).

Criterios y unidades taxonómicas

El criterio taxonómico original, utilizado para la elaboración de un “check-list” de Aragón, previo a la redacción de este Atlas, fue el de Flora europaea (Tutin & al, (eds.) 1964-1980), por ser la obra de referencia general y completa que abarcaba el territorio de estudio. Ya en la elaboración del Atlas, se ha ido adaptando el criterio, siempre que ha sido posible, al de Flora iberica, con la idea de que se facilite la identificación de los taxones de Aragón en el contexto de la flora peninsular. Cuando no ha sido posible seguir la obra referida, se ha seguido considerando Flora europaea o bien alguna otra obra que se menciona expresamente en la ficha correspondiente. En cualquier caso, el criterio taxonómico para los rangos específicos y subespecíficos ha sido decidido, en última instancia, por el autor de cada familia, de acuerdo a la información disponible en el momento de la redacción.

Los autores del Atlas tienen la voluntad y el compromiso de revisar o actualizar los aspectos nomenclaturales y taxonómicos a la luz de los nuevos estudios que puedan realizarse de manera directa o consultarse en la bibliografía conforme vaya apareciendo. La edición en soporte digital de este Atlas permitirá, a diferencia de lo que sucede con ediciones escritas, realizar estos cambios conforme se vayan produciendo.

Respecto al rango de Familias, se ha seguido para los helechos y equisetos el Checklist of European Pteridophytes (Derrick, Jermy & Paul, 1987), para las Gimnospermas el Med-Checklist (Greuter, Burdet & Long, 1984) y para las Angiospermas, An integrated system of classification of flowering plants (Cronquist, 1981).

Fichas de especies y subespecies:

En general, se ha elaborado una ficha para cada taxon a nivel específico y en el caso de distinguirse taxones subespecíficos netamente diferenciables, al menos en parte del material de herbario disponible, se ha elaborado una ficha distinta para cada uno de ellos.

Cuando la separación de taxones subespecíficos resulta compleja o poco nítida y, por tanto no se ha podido separar el material de herbario con este nivel de precisión, se ha optado provisionalmente por redactar una sola ficha para la especie y detallar en el apartado “comentarios” las distintas subespecies con sus caracteres y datos conocidos sobre su distribución.

En muy pocas ocasiones se ha adoptado un criterio intermedio, en el que figura una ficha para la especie y otra para cada una de las subespecies consideradas. En la primera se recogen aspectos generales sobre el taxon específico y en las demás se detalla lo que se sabe de las unidades subespecíficas.

En aras de una mayor facilidad de consulta, el nivel taxonómico varietal solamente se contempla en la ficha correspondiente a sus unidades taxonómicas superiores, donde se menciona en el apartado de comentarios. Lo mismo sucede con los híbridos, que no quedan reflejados en fichas concretas y se mencionan con los comentarios oportunos en las fichas de los taxones parentales.

Los anteriores criterios se traducen en los mapas de distribución correspondientes a las fichas de cada taxon. Es decir, cuando la separación de subespecies ha quedado fuera de nuestro alcance, el mapa de distribución que aparece es el de la especie correspondiente, y así se indica en la ficha y en el nombre del taxon que acompaña el mapa.